LA GANADERA DOÑA CELSA AGNIEL DE FONFREDE Y BLÁZQUEZ DÁVILA


Publicado en el Semanario La Comarca el 31/10/2014

A final de la década de los ochenta del pasado siglo, en una de las charlas que la Peña Taurina de Ateca solía organizar, participó como ponente el entonces novillero Martín Pareja-Obregón (se había vestido de luces en 1986). En un momento de la charla el diestro nos sorprendió con la noticia de que su raíces estaban en Ateca, puesto que una de sus bisabuelas, llamada Celsa (no supo dar más datos) había nacido en esta villa, allá por el año 1870. Martín, que había nacido en 1964, debió calcular una media de treinta años por generación y ese era el resultado que le daba, más o menos. Pero Martín se equivocaba nada menos que en 20 años, pues, cuando su bisabuela tuvo a la hija que sería la abuela de Martín, ya debía ser delantera como más adelante podremos ver.

Efectivamente, doña Celsa, según nos ilustra nuestro paisano e historiador Francisco Martínez en su blog “Los toros con Paco Martínez”, nació en Ateca el 20 de mayo de 1851 en la calle del Río, nº 5. Era hija de Casimiro Agniel de Fonfrede, natural de San Ambrosio de Francia, licorero de profesión, y de Eulalia Blázquez de Orihuela, del reino de Murcia. Fueron Abuelos paternos Juan Agniel y Juana Malistre, naturales de Fonfrede, Francia. Abuelos maternos fueron Juan Blázquez, de Sierra Requena (Murcia) y Teresa Arana, de Castellón. Fue bautizada el día 21 con los nombres de Celsa Sofía Bernardina y y fueron sus padrinos José Garcés y Pepita Garcés. El nombre de Celsa no sabemos el porqué, pero es muy posible que los padrinos fueran hijos de don Ramón Garcés de Marcilla y de doña Celsa Erruz Tutor, 3ª baronesa de la Torre Erruz y le impusieran este nombre en honor de la baronesa.

No sabemos cuando doña Celsa marchó de Ateca, ni a qué se dedicó con toda certeza. Según uno de sus biznietos llegó a formar parte, como tiple, del coro de una compañía de variedades que se hizo muy conocido por el estribillo de una zarzuela titulada El Joven Telemeco y que decía así: “…Suripanta, la suripanta/ maqui truqui de somatén/ sun faribún, sun faribún/ maca trupitem sangai sineún”. Según versión de Paco Martínez fue funambulista. El caso es que perteneció al mundo del espectáculo, lo que quizás justifique su talante liberal.

A finales del siglo XIX arribó en Sevilla (tampoco parecen claros los motivos que le llevaron a la ciudad andaluza) donde conoció al rico ganadero y terrateniente don Fernando de la Concha y Sierra con quien se casaría. Del matrimonio nacieron Concepción y Fernando de la Concha y Sierra Fonfrede, esté último fallecido muy joven.

Don Fernando (padre) murió en 1887 y doña Celsa heredó la ganadería que pasaría a anunciarse como toros de “Viuda de Concha y Sierra”. Pero pronto llegaría a convertirse en una de las más célebres ganaderas, y sus toros se conocerían, simplemente, como los de “La Viuda”.

Siendo viuda conoció al torero de moda de la época, el sevillano Manuel García Cuesta, “El Espartero”, (1865-1894), catorce años más joven que ella, que frecuentaba los tentaderos del cortijo “La Abundancia”. Pese a que “El Espartero” tenía mujer e hijos (algunos biógrafos aseguran que era soltero), el amor hizo presa en ambos haciéndose pareja de hecho. De este amor nacería, hacia 1890, Pilar García Agniel de Fonfedre.

El toro “Perdigón”, de Miura, segó en la plaza de Madrid la vida de “El Espartero” en 1894, a la temprana edad de 29 años, y doña Celsa “volvió a enviudar” con tan sólo 43 años y dos hijas a su cargo.

Las dos hermanas, Concha y Pilar, vivieron juntas en las fincas de la familia “La Abundancia” de Puebla del Río y “La Pilarica” de Ginés, ambas de Sevilla, o en la casa de la calle O,Donnell de la capital sevillana hasta que se casaron.

Concha casó con Manuel Sarasúa, Presidente de la Audiencia Territorial de Sevilla y Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla en 1919 y 1920, de quien enviudaría sin tener descendencia.

Pilar casaría con Joaquín Pareja-Obregón Sartorius, conde de Prado Castellano e hijo del VII Conde de la Sierra de la Camorra. Pilar y Joaquín fueron padres de Joaquín (ganadero, empresario y rejoneador), Manuel (músico y compositor de sevillanas y fandangos con más de 3.000 obras en su haber), Celso, Pilar y Juan de Dios (escritor, poeta, guitarrista, novillero y efímero matador, pues sólo lo fue un día al entregar su coleta a su esposa como regalo de bodas, y padre del torero Martín Pareja-Obregón).

Doña Celsa fue una mujer emprendedora y luchadora, adelantada en su tiempo, que se desenvolvió con soltura, tanto en su vida privada como en la profesional, en un entorno que parecía hecho solamente para hombres. Se dice de ella que conducía su propio coche.

Falleció en Sevilla el 19 de marzo de 1929.

A su muerte heredó la ganadería su hija Concepción, ya viuda, que la tuvo en su poder hasta su fallecimiento en 1966. Dos años más tarde la ganadería aparecía en 1868 como de Juan de Dios Pareja-Obregón y García, hijo de su hermana Pilar, que a finales de año la vendió a Martín Berrocal.

(FUENTES: Blog Los Toros con Paco Martínez; Blog Casos Clínicos de Celso Pareja Obregón y López- Pazo)

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