ALCALDES DE LA DICTADURA FRANQUISTA


Publicado en el Semanario La Comarca el  5, 12, 19, 26/6/2015 y 3, 10/7/2015

El último alcalde de la Guerra Civil fue don Eufemio a Abad Hueso, nombrado en enero de 1937, y que prolongó su mandato hasta julio de 1940. A don Eufemio sucedió don Ángel Millán Salanova.

Don Ángel Millán Salanova. Hijo de Jesús Millán Montón y hermano de José María y Jesús. Almacenista de carbones y carpintero en su vida profesional.

En el ámbito deportivo se vio vinculado al club de fútbol en diversas ocasiones. Así, cuando en 1929 se fundó el Club Deportivo ATK, formó parte de su junta directiva con Alfredo Sola (como Presidente), José Benito, Marín, Vicente Calleja y Saldaña, y, al año siguiente, al renovarse la Junta Directiva, nombrando presidente a José Sánchez Fuentes, vicepresidente al doctor José Payno, vocales a José Benito, Marín y Saldaña, y secretario a Vicente Calleja, él pasó a ser tesorero.

Nombrado alcalde en julio 1940 en sustitución de Eufemio Abad Hueso, ostentó el cargo de Jefe Local de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Durante su mandato se reparó el camino del cementerio; se demolió la casa de Félez en la calle Real; y se instaló la calefacción en la casa consistorial y se remodeló interiormente (salón de actos, despachos, escalera y muebles) a cargo de las 22.855´00 pesetas que pagó la CHE por unas expropiaciones hechas en el barranco de Las Torcas para unos trabajos forestales de corrección y restauración. También se barajaron los proyectos de desviación del río Manubles, el abastecimiento de aguas y alcantarillado, y la vieja reivindicación de conseguir la construcción de la carretera de Cervera. Cesó en agosto de 1944 sucediéndole don José Usón Los Arcos. En septiembre se convertía en empresario de la plaza de toros y organizaba los festejos taurinos de las Fiestas y Ferias de Nuestra Señora la Virgen de la Peana.

Don José Usón Los Arcos. Fue nombrado alcalde el 10 de agosto de 1944 y cesó en abril del año siguiente. Para aquellas fiestas de la Virgen de la Peana de 1944 se reemplazó la comparsa de gigantes y cabezos y se construyeron los arcos de entrada a la plaza,  adornados con guirnaldas y banderas roja y gualda, ambas novedades obra del ebanista y artista Mariano Urdániz. Le sucedió como alcalde accidental el teniente de alcalde Tomás Blasco Lozano.

Don Tomás Blasco Lozano. (Ateca 1899-1961). Hijo del cubero José Blasco Vicente y de Nicolasa Lozano, marchó de aprendiz de comercio a Alhama de Aragón donde casaría con Carmen Muñoz con quien tuvo tres hijos: Amalio, Caridad (fallecida) y José. Hacia 1930 regresó a Ateca donde tomó en traspaso la mercería de una hermana en la calle Goya, número 2, que amplió a perfumería, paquetería, géneros de punto, papelería, juguetería y droguería. En 1936 fue nombrado Administrador Subalterno de Tabacalera del Partido de Ateca que desempeñó hasta su fallecimiento en 1961.

Al quedar viudo, casó en 1936 con Manuela Sánchez Júdez con quien tuvo otros tres hijos: Pilar, Tomás (fallecido) y Jesús.

En abril de 1932 fue invitado por el ayuntamiento para hacer propuesta de suministro del material escolar que determinara la comisión de Instrucción Pública de las seis secciones que últimamente se habían creado.

Fue nombrado primer teniente de alcalde el 10 de agosto de 1944 con José Usón Los Arcos como alcalde. En abril de 1945, al cesar Usón, fue alcalde ejerciente hasta el nombramiento de José Monge, el 21 del mismo mes y año, quedando como concejal hasta febrero de 1949.

Nuevamente concejal en 1956, fue comisionado por el ayuntamiento para hacer las gestiones, con José Beltrán Cristóbal, para inmortalizar el fausto acontecimiento de la reposición del Dance.

Don José Monge Ibáñez. Hijo del relojero don Pedro Monge Escolano, originario de Calmarza. Confitero, coloniales. Almacén de escabeches durante la segunda República. Almacén de salazones de pescado. Tenía el comercio en la calle Goya, nº 6, donde estuvo el Banco Zaragozano. Negocio que, al marchar a Zaragoza, traspasó a Nieves Miñana, esposa de Mariano Aparicio.

Jefe local de F.E.T. y de las J.O.N.S. fue nombrado concejal el 10 de agosto de 1944           con José Usón Los Arcos como alcalde. Accedió a la alcaldía el 21 de abril de 1945 y cesó en febrero de 1949 sucediéndole José María Millán Salanova. A él se debe la creación del cuerpo de vigilantes nocturnos formado por tres plazas (el 8 de noviembre de 1945 formó parte del tribunal examinador de la convocatoria junto con el Delegado del Gobierno, Enrique Alemany Gutiérrez, y el Delegado de la Comisión Provincial de Reincorporación de Excombatientes de Trabajo de la localidad, César Ortega Lozano); la remodelación de la plaza con unos jardines elevados junto a la cantera del río (hoy muro) con plantación de plataneros, bancos de granito artificial y un surtidor; se hicieron las escaleras de la cuesta del Picadillo suprimiendo el empedrado; inició las gestiones de la actual casa cuartel de la Guardia Civil que sería aprobada por el Consejo de Ministros en enero de 1950 (las obras no comenzarían hasta 1952, siendo alcalde José María Millán Salanova, y las inauguró su sucesor Rufino Atienza en 1953); unificó las dos bandas de música en una Agrupación Musical que, bajo la dirección del maestro Gregorio Tejero Tejero, alcanzó uno de los momentos más brillantes de su historia.

Aún le quedaron dos proyectos por hacer en los que tenía mucho empeño: el abastecimiento de agua potable en los domicilios y la unión de Ateca con la provincia de Soria a través del antiguo camino de Soria. Para el primero, en 1947 encargó un proyecto al ingeniero industrial y contratista José Mirabet Matheu que lo presentó al Ayuntamiento con la pretensión de dirigir y hacer las obras, el cual no llegó a efecto después de siete años de diligencias. Para el segundo, solicitó del Ministerio de Obras Públicas la construcción de una carretera Ateca-Deza que sería rechazado.

Don José María Millán Salanova. Hermano de Ángel (el que fuera alcalde desde 1939 hasta 1944) , y de Jesús (excelente jugador del equipo de fútbol).

Como su hermano, fue jugador del equipo de fútbol del Club ATK fundado en 1929. El equipo debutó en Terrer y José María colocó tres goles al adversario y Julio Aparicio un gol. Resultado 0-4. La alineación estuvo formada por Vigaray, Juares, Ostalé, hermanos Puertas, López, Giménez, Paco Ortega, Julio Ortega, Millán, Aparicio y Sémper.

Del reemplazo de 1933 fue llamado a filas con 24 años, incorporándose el 10 de febrero de 1934. Sirvió en el Regimiento de Infantería Carros de Combate nº 2.

Terminada la guerra volvió a formar parte del equipo de fútbol. Gran aficionado a los festejos taurinos, en 1940 fue empresario de la plaza de toros, y en 1946 lo volvería a ser con el practicante (ATS) don José Portero Ibáñez como socio.

Sucedió en la alcaldía a don José Monge Ibáñez. Tomó posesión del cargo el 4 de febrero de 1949, con don José Beltrán Cristóbal como teniente de Alcalde. Al mes siguiente se le propuso para diputado y el teniente de alcalde solicitaba del consistorio la consignación de 6.000 pesetas anuales para gastos de representación como diputado.

Durante su mandato se hizo el primer tramo de la carretera del cementerio, según proyecto del ingeniero Sancho Rebullida (1949-1951); se implantó el servicio de cohetes granífugos con cuatro guardas encargados de dispararlos (1949); se abrió la Biblioteca Municipal adscrita al Patronato de Zaragoza que se ubicó en un aula del Grupo Escolar con el director de la Graduada, don José Andrés, como bibliotecario (1951); la compañía eléctrica Saltos Unidos del Jalón trajo a Ateca el fluido eléctrico instalando su primer transformador junto a la ermita de San Blas, en unos terrenos que le suministró el Ayuntamiento, tras un arreglo con Chocolates Hueso S. A. propietaria de la central eléctrica que suministraba a su propia fábrica y al pueblo (1951); se llevó a cabo la iluminación de la carretera con farolas de pie y brazo de cemento inaugurándose el nuevo alumbrado el 5 de agosto de 1951 amenizando el acto con baile público; se hicieron las obras de la casa cuartel de la Guardia Civil, cuya gestión se hizo en la legislatura anterior y su inauguración se haría en la siguiente (1952-1953); se creó la plaza de Director de Música y la banda pasó a ser municipal (1953); y se abrió el Colegio del Frente de Juventudes (1953).

En abril de 1953, el gobernador civil comunicaba su cese, nombrando alcalde interino al teniente de alcalde José Beltrán Cristóbal hasta hacerse cargo de la alcaldía Rufino Atienza Aparicio en julio del mismo año.

Don José Beltrán Cristóbal. José Beltrán Cristóbal (Ateca 1905-1963) era hijo del recaudador de contribuciones del Partido Antonio Beltrán Pérez (Ver La Comarca de 06.06.2014). Casó con Clara Icarán con la que tuvo tres hijos: Clara, José Antonio y Luis.

Buen bailarín en su juventud, ganó (con su pareja) el segundo premio de baile del concurso organizado por la Sociedad Recreativa Ateca en las fiestas de 1929.

En el mundo laboral entró como aprendiz de comercio, ejercitando en varias casas de renombre de Zaragoza y Sigüenza. En esta última ciudad contrajo matrimonio y, en 1936, vino a establecerse en su pueblo natal montando un comercio de tejidos y ferretería que, más tarde, compaginaría con una pequeña industria de muebles.

Las circunstancias de la guerra civil le llevaron a ser incluido, como su hermano Antonio, en el informe que, entre agosto y septiembre de 1941, dictó el comandante del puesto de la Guardia Civil como “persona que se destacó contra el glorioso Movimiento” sin consecuencia alguna.

Hombre dinámico y preocupado por el bienestar de sus convecinos y el futuro de su pueblo, no rehusó la ocasión de servirlo. Como amigo de la fiesta de los toros, fue empresario de la plaza de toros de Ateca en 1947 y 1948 con don José Portero Ibáñez como socio. Además también lo sería con Rogelio González entre los años 1949 y 1952.

En febrero de 1949 fue nombrado concejal con el alcalde José María Millán, y teniente de alcalde en 1950. En las elecciones de febrero de 1952, al constituirse provisionalmente el Ayuntamiento continuó como concejal por el grupo de Entidades.

Desde que en abril de 1953 fuera nombrado por el Gobernador Civil como alcalde interino de la Villa, trabajó con denuedo durante los tres meses que duró su mandato en la captación de aguas en Valmayor para abastecer la fuente de San Martín y en el proyecto de traída de aguas de El Encañado a la fuente de la plaza de España; aprobó el Reglamento de la Banda Municipal de Música y retomó el proyecto de la carretera Ateca-Cervera de la Cañada, desestimado en dos ocasiones (1927 y 1945).

Apenas tomó posesión de la alcaldía su sucesor don Rufino Atienza Aparicio, y aprobada la repoblación forestal, en agosto de 1953 pedía que se respetasen los plazos de expropiaciones dados en el B.O. de la Provincia para no atropellar los derechos de los afectados.

Todavía concejal en 1956, fue comisionado junto con el también concejal don Tomás Blasco Lozano para hacer las gestiones necesarias para inmortalizar el fausto acontecimiento de la reposición del Dance.

Fue artífice fundador del Casino de Ateca en 1956, institución recreativa que, durante años, fue escenario de inolvidables veladas en fiestas y noches de fin de año, además de ejercer obras culturales como el patrocinio de la Rondalla de San Blas o la concesión de becas de estudios de bachiller entre alumnos destacados y de pocos recursos. Su recto sentido de la Justicia le acarreó no pocos disgustos que le llevaron, en ocasiones, a la dimisión de sus cargos antes que ceder ante pretensiones interesadas.

Aficionado a la poesía, hizo de su esposa su principal Musa sin desdeñar otros motivos de inspiración, entre ellos las cosas de su pueblo. En los programas de fiestas publicó La novillada (1949) y ¡Oh, Señor! (1963).

Don Rufino Atienza Aparicio. Hijo de Rufino y Manuela. Casó en primeras nupcias en 1928 con María Soledad Ibáñez Júdez, hija de Dionisio y Dominica, de cuyo matrimonio nacieron Rufino, Manuela y Víctor. En segundas nupcias casó con Benita Maestro, hija de Genaro y Apolonia, con la que tuvo una hija: Antonia.

Conservador, en las elecciones del 12 de abril de 1931 se presentó por la candidatura monárquica, con Eufemio Abad Hueso a la cabeza, no consiguiendo acta de concejal. Se presentaron en aquellas elecciones los siguientes candidatos: Candidatos monárquicos: Eufemio Abad Hueso, Rufino Atienza Aparicio, Justo Campos Duce, Silverio Lozano García, Miguel González Díaz, Pedro Monge Escolano y Ricardo Gil Pérez. Candidatos republicano-socialistas: Antonio Álvaro Pérez, José Sánchez Fuentes, Enrique Bendicho Cristóbal, Joaquín Tejero Pascual, Enrique Moreno Ibáñez, José Saldaña Pérez y Agustín Ayerbe Bartolomé. Otros candidatos: Hermenegildo González Sánchez, José Duce Campos, Manuel Vigaray Álvarez y Rafael Bosch Fraile.

Durante la república no se le reconoce actividad política alguna. La única noticia que se tiene es que fue nombrado jurado popular el 15 de mayo de 1935.

Producido el alzamiento militar del 18 de julio de 1936 y ocupado el pueblo por las tropas nacionales, fue destituido el ayuntamiento frentepopulista el día 1 de agoto de 1936. La autoridad militar, con su delegado Antonio Díez Muntadas al frente, designó un nuevo ayuntamiento con José María Florén Santamaría de alcalde, y Eufemio Abad, Julián Pozo García, Rufino Atienza Aparicio, Luis Maestro Marín, Francisco Moreno Florén, José Saldaña Pérez y Rafael Bosch Fraile como concejales.

En 1937 era miembro de Falange y en octubre de 1938 era nombrado subjefe general de F.E.T. y de las J.O.N.S. local.

Sucesor de José María Millán Salanova, fue nombrado alcalde por el Gobernador Civil en 1953, y tomaba posesión de la alcaldía el 8 de julio de 1953. Durante su alcaldía se consiguieron los siguiente logros: En junio de 1953, apenas tomada posesión del cargo, inauguró la nueva casa cuartel de la Guardia Civil, construida durante la legislatura anterior; gestionó la creación de un Colegio del Frente de Juventudes de enseñanza libre de bachiller y carreras medias que inició las clases en enero de 1954; en 1955 se inauguró el lavadero municipal de la plaza hecho a cuenta de la entidad que estaba haciendo el pantano de la Tranquera, se hizo el puente de la carretera en el barranco de Las Torcas y sus muros defensivos, se renovó el pavimento de la calle Real con la indemnización que Telefónica dio por el tendido subterráneo del cable coaxial, y se construyó el segundo tramo del camino del cementerio; en 1956 se firmaba el Convenio entre el Ayuntamiento y el Patrimonio Forestal del Estado para la repoblación de las Cárcamas, Campo Bajo, Loma del Campo, Mangranillo, Sancharrena, El Oro, Cañada Elipe, Fuente Amarga y Cañadas (las cuatro últimas no llegaron a repoblarse); e inició las gestiones para la compra de la plaza de toros y se habilitó el crédito correspondiente para la compra del inmueble (esta última quedó en suspenso y la culminó su sucesor Fernando Molinero). También quedaron sin efecto sus aspiraciones de cubrir el río Jalón  en su travesía urbana, en lugar de las defensas que se habían de hacer. La entidad constructora se limitó a hacer unos lavaderos en los pueblos afectados porque el caudal ya no permitiría lavar en el río (no había agua corriente todavía en las casas) y la C.H.E. haría años más tarde unos muros o gaviones a ambas márgenes.

En septiembre de 1956 se repuso el Dance después de 50 años, corriendo la dirección a cargo de Fernando Molinero y la colaboración de Silverio Lozano, Vicente Cristóbal, José Pinilla y Andrés Duce.

Le sucedió en la alcaldía Fernando Molinero Sánchez en noviembre de 1956.

Su vida laboral se desarrolló como encargado de la fábrica de Chocolates Hueso hasta que esta entidad amplió la sociedad. Entonces decidió dejar el empleo para fundar la fábrica de chocolates Atienza (1958).

En 1966 era Presidente de la Cofradía de la Virgen de la Pean. De esta época es una anécdota que le sucedió con el secretario del ayuntamiento y que contamos como cierre de este artículo: El 8 de septiembre, en el momento de salir la procesión del Rosario Vespertino, a las autoridades no se le habían dado las velas acostumbradas. El secretario, como jefe de protocolos, recurrió a él para pedirlas y, por motivos que ignoramos, se las negó. El secretario se dirigió al párroco y éste le dio unas velas, no sabemos si de la cofradía o de la iglesia. No satisfecho el secretario, expuso el incidente en un pleno del ayuntamiento que acordó retirar las prestaciones que daba para el montaje del templete de la plaza (lo montaban los obreros del ayuntamiento), y así lo comunicó a la cofradía que se lamentó del incidente.

Don Fernando Molinero Sánchez. Descendiente de una familia originaria de Nigüella (Zaragoza) dedicada al comercio de dulces y ceras (su abuelo fundó en Ateca la confitería La Flor del Almíbar en 1862), nació en Ateca el 31 de agosto de 1927. Hijo de Victoriano Molinero Trigo y de Amparo Sánchez Molinero, comerciantes de ultramarinos y hermano de Melquíades, Cecilia, Pilar y Carmen. Casó con Carmen Martínez Calleja de cuyo matrimonio nacieron María del Carmen, Teresa y Pilar. Estudió Derecho en tanto que compaginaba sus estudios con clases que daba en su casa a alumnos de bachiller y cultura general. Al marchar a milicias en 1952 tuvo que abandonar las clases pero, mientras tanto, se creó en Ateca un Colegio del Frente de Juventudes y, a su regreso del Ejército, entró como profesor de Ciencias, pasando a ser luego su Director.

El 28 de noviembre de 1956 fue nombrado alcalde como sucesor de Rufino Atienza Aparicio y dos años más tarde era Diputado Provincial en representación de los pueblos del Partido.

Jefe Local del Movimiento, en 1960 era nombrado Jefe de la Asesoría Jurídica del Movimiento y, en 1961 se designaba como candidato a Procurador a Cortes.

Cuando el día 22 de noviembre de 1966 fue aprobada la Ley Orgánica en las Cortes el Ayuntamiento, a propuesta del Alcalde, acordó dos días después que constara en acta “el eterno agradecimiento del pueblo entero de Ateca a nuestro Caudillo por su entrega vital a la salvaguardia de los destinos de nuestra Patria, nuestra inquebrantable adhesión y los más firmas votos porque le conserve larga vida para bien de todos los españoles”.

En la sesión del 22 de diciembre el consistorio felicitaba al Alcalde por su nombramiento como Subjefe Provincial de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.

Durante su mandato se creó un comedor infantil de Auxilio Social, se pavimentaron varias calles, se construyeron nichos en el cementerio, se amplió el alumbrado público de la carretera con nuevas columnas y brazos y se compró la plaza de toros, cuyo primeros pasos para la compra había iniciado Rufino Atienza, anterior alcalde (1957); se hizo el proyecto de corrección de la confluencia de los ríos Manubles y Jalón, que fue adjudicado por la Dirección General de Obras Hidráulicas a Julio González-Barrios Vilonta (1957) por el precio de 4.200.000 pesetas  y se hizo el muro del río Manubles (1959-1961); se comenzaron las obras de acceso al cementerio y se embaldosaron las aceras de la calle Goya (1958); se remodeló la plaza de España suprimiendo los jardines que se hicieran en la legislatura de José Monge, el quiosco y la fuente, y haciendo unos jardines centrales a donde se trasladó la fuente de los caños que se le dio forma circular y se le puso un surtidor iluminado nocturnamente, y se pavimentó el resto de la plaza, según proyecto de Antonio Chóliz (1960); se embellecieron fachadas y se ornamentó la carretera obteniendo el Premio Guadalhorce dotado con 100.000 pesetas (1961); se solicitó la defensa contra las avenidas de los ríos del núcleo urbano al Director General de Obras Hidráulicas (1961); se pavimentó la plaza del Mesón con rodejos (1961); se amplió el cementerio en los terrenos del viejo; se hicieron las obras de abastecimiento de aguas (1962-1966) según proyecto del ingeniero Sr. Bueno, bajo la dirección técnica del ingeniero Gonzalo Sancho y con Carmelo Lozano como director de obras que, con su hermano Ángel, cogería en contrata el abastecimiento de las calles Goya, General Mola, (hoy paseo del Prado), General Franco (hoy avenida San Blas), Real, Plaza de España, Plaza Garcés, calle Morlanes y el emisario general de aguas hasta el río Jalón; en 1966 se solicitó la construcción de un matadero nuevo y en marzo de 1968 estaba terminado; se inauguraron las piscinas municipales y se renovó el alumbrado público en la totalidad del pueblo (1966); en 1966, la C.H.E. comunicaba que se habían concedido 30 millones de pesetas para la defensa del núcleo urbano solicitado a la Dirección General de Obras Hidráulicas en 1961; y no faltaron la legislación de ordenanzas y reglamentos para el buen gobierno (Ordenanzas para el cobro de arbitrios, Ordenanzas de Beneficencia, Reglamento de concesión de honores, Ordenanzas para el cobro del impuesto de Circulación de Vehículos, Reglamento de la banda de Música…).

Sin duda que el logro más relevante fue el abastecimiento de aguas potables. Al hacer el Ayuntamiento la mayor parte de esta obra por administración y estar el mismo alcalde al tanto de ella, se consiguió un sustancioso ahorro de la subvención concedida (4.302.806’62 pesetas) que permitió el arreglo de numerosas calles. Es por ello por lo que el teniente de alcalde, Bienvenido Campos Alcolea, en sesión de 22 de diciembre de 1966, presentó una moción para que se le concediera una gratificación de 250.000 pesetas por los desvelos que mostró en la realización de la obra (cantidad nada despreciable si tenemos en cuenta que el sueldo base mensual que corría por aquellos años rondaba las 3.000 pesetas). La propuesta fue aprobada, pero el alcalde rehusó conformándose con el agradecimiento y reconocimiento y, ante la insistencia del consistorio, aceptó que la moción se reflejara en acta. Sin embargo, en sesión del día 30 presidida por el teniente de alcalde, Sr. Campos, se insistió en la moción y se acordó que el Secretario (entonces interino) formalizara los respectivos justificantes a lo cual informó de la improcedencia del acuerdo, pero que podía hacerse por otros procedimientos aunque estaba convencido de que el Alcalde no consentiría. Definitivamente acordaron que, en caso de que se negara, figurara en acta lo siguiente con carácter subsidiario (6 concejales iban a salir): “Que conocido por todos que en fecha próxima el Sr. Alcalde va a contraer matrimonio y la carencia de viviendas en esta localidad es notoria, poner a su disposición gratuitamente una de las viviendas propiedad de este municipio (en el piso alto de la casa consistorial) y dada su condición de abogado en ejercicio, encargar una comisión para la adquisición de un regalo-obsequio, a fin de que en todo momento pueda tener constancia del agradecimiento y reconocimiento de la corporación y del pueblo entero de Ateca”. Tampoco debió consentir el Sr. Molinero pues se le puso un alquiler de 500 pesetas mensuales.

Aún así, no conforme el Sr. Campos Alcolea, al año siguiente (5 de febrero) lo proponía para Medalla, de acuerdo con el reglamento de honores del ayuntamiento.

Cesó en la alcaldía en 1970 y le sucedió José María Esteban Cristóbal.

Tras desempeñar algunos cargos públicos durante el régimen franquista, al llegar la democracia se dedicó a la abogacía hasta su jubilación.

En 1993 el Ayuntamiento  reconoció sus servicios a la comunidad nombrándole Pregonero de Fiestas.

José María Esteban Cristóbal. Hombre emprendedor, de muy joven montó una empresa de confección de embalajes para la fruta. Más tarde se asoció con otro vecino de Ateca, Ángel Latorre, para montar en la calle Terraplén una fábrica de géneros de punto que acabó sufriendo un incendio. También asociado con otros, compró tierras anegadas para sanearlas y ponerlas en producción  o montó  un salón de máquinas recreativas en Calatayud. Por último marchó a vivir a La Almunia de Doña Godina con su mujer, Mari Tejero, de Ateca, y sus dos hijos donde fallecería joven.

En 1970 sucedió en la alcaldía a Fernando Molinero. Culminó algunos proyectos de la legislatura anterior como el campo de fútbol, el frontón de pelota y las defensas del río Jalón, y durante su mandato se abrió la oficina de Extensión Agraria y se restauró la fachada de la casa consistorial.

Por primera vez en la historia de las fiestas, en 1971 y 1972, se celebraron sendas tiradas de pichón, con la presencia de la televisión.

Cesó en 1974 sucediéndole en la alcaldía José Pardos Bueno.

José Pardos Bueno. (Monterde ¿?-Ateca 2015). Originario de Monterde, vino a residir a Ateca a casa de su hermano Antonio, comerciante de confección. Aquí casaría con Gloria Maestro Cebolla y montaría una pequeña empresa de confección que acabó convirtiéndose, en 1981, en Manufacturas Sodrap S. L. que con sus más de ochenta obreros confeccionaba ropa exterior de señora con una producción anual de 250.000 prendas que exportaba a Alemania, Austria, Francia, Grecia, Portugal, Reino Unido y Rusia, llegando a contar con una cadena de quince tiendas propias para su distribución.

Elegido presidente del CD Ateca en 1973.

Fue nombrado alcalde en 1974. Gobernó la villa en los años de la transición democrática aceptando con agrado las nuevas corrientes y dando una nueva dimensión a la Comisión de Festejos, permitiendo entrar a formar parte de ella personas ajenas al Consistorio. De esta forma las fiestas comenzaron a hacerse más populares, si cabe, con la inclusión en el programa de encierros y vaquillas y actuaciones de los conjuntos musicales de moda.

La crítica situación de la transición no favoreció la realización de grandes obras, pero a esa época se deben los siguientes logros: el parque de la pasarela; la primera pavimentación del patio de las escuelas; el alumbrado de la estación; la adquisición de  un local en el edificio construido en la huerta del Palacio (Ramón y Cajal, 2) a donde se trasladó el Consultorio Médico desde el desaparecido local del Colegio del Frente de Juventudes; la plantación de plataneros a ambas márgenes del río Jalón, la compra un coche-funeraria y la implantación de la recogida de basuras a domicilio.

Último alcalde de la Dictadura, cesó en 1979.

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